Como dirían mi hijo y sus amigos, los de la Selección Mexicana actual son una generación de cristal. Dieron un partido insípido y se andan quejando de los abucheos.

Javier Aguirre sabe que es el principal provocador de la furia de los de la comarca pues convocó al portero de Santos, Acevedo y no lo metió un solo minuto. Hay que ser un poco tonto para no entender que la gran mayoría de la gente que fue a ver a la Selección fue porque quería ver a Acevedo vestido de los colores del Tri y no paso. Desde ahí los abucheos empezaron a sonar cada vez más fuerte. En el segundo tiempo no metió a Acevedo por salirse con la suya y provocar más a la gente. Seguramente, el Vasco pensó para sus adentros, ahora no les voy a dar el gusto.

El que declaró mal después fue el ídolo Raúl Jiménez. Dio un facto sin tener la menor idea de porque juegan en Estados Unidos. Cuando dijo, “por eso nos llevan a jugar a los Estados Unidos porque allá no los abuchean”. No Raúl, los llevan a jugar a Estados Unidos porque los paisanos pagan en dólares y se aprovechan de la nostalgia de los mexicanos que viven allá para cobrar lo que quieran por las entradas. Juegan en Estados Unidos porque tienen contrato con una compañía que genera buenos dividendos y le da ganancias al Tri. Le gritaron al portero porque toda la publicidad que tenían para que el duelo fuera atractivo para la gente tenía al portero de Santos como titular. Es como para que los jugadores hubieran tenido los tamaños y decirle al Vasco que metiera a Acevedo para que se calmara la gente.

El que es ahora capitán de la Selección, Edson Álvarez, que le dicen el “Machín”, demostró todo menos ser Machín. Cuando todos se iban al vestidor, sabiendo que había medios, dijo “qué bueno que jugamos de local”, entendiendo el sarcasmo que daba su grito al aire, pero dirigido. Estimado Machín, que de Machín solo es el apodo. El juego fue malísimo, no hay manera de no llevarse abucheos si no se juega con idea, si el portero uruguayo no sudo el uniforme, si las ocasiones al ataque fueron mínimas y los tiros fueron paupérrimos. Esto es un adelanto del sentir de la gente. Hay más críticas de las mamás en un juego de 1° A contra 1° B que las que hubo en el partido en Torreón y aun así no aguantaron nada.

Después vemos los medios de comunicación que sabemos que les interesa que se hable bien de la selección rompiéndose las vestiduras. Unos dicen que “donde está el nacionalismo”, “porque se abuchea a la selección en su propia tierra” y comentarios del estilo criticando a la gente cuando a los que deberían de criticar son a los jugadores y al mal nombrado mejor entrenador mexicano de todos los tiempos. La crítica no va sobre la gente. La gente no se metió al campo, no hizo destrozos no hizo nada más que abuchear al entrenador, a los jugadores y al portero que debió de haber sido Acevedo.

Para que los jugadores tengan los factos, el boleto más barato fue de 1,340 pesos, por ahí de 73 dólares. El costo del abono del Santos Laguna más barato es de 1,635 pesos por ocho, si ocho partidos. El boleto más barato para ver al Cirque du Soleil, un espectáculo donde si te vas a divertir, es de 1,220 pesos. Ahora que conoce los precios de cuanto paga el aficionado por ir a verlos, ¿cómo esperan que estos no se manifiesten con abucheos como lo hicieron en Torreón?

Saldrá alguien a decir que no siempre se puede jugar de manera en que se metan 6 goles y no sé qué cuantas excusas de entrenadores. Que la gente debería de apoyar en lugar de abuchear. Bueno, creo que todos los involucrados deben de saber que el futbol es un espectáculo y que desde ahí la gente sabe que en ocasiones puede presentarse un mal juego o uno bueno. Si los que están en la tribuna, que son como un ente viviente de 30,000 cabezas, detecta que los jugadores no están dándolo todo y que están jugando mugrero pues serán abucheados. Si a la gente le dicen que va Acevedo y le ponen a el Tala Rangel, pues también abuchearan. Si la actitud de los jugadores es tan arrogante como para pensar en que les van a aplaudir todo pues viven en un mundo alternativo. Y si los medios critican y critican y critican a la selección y la gente les sale con una crítica mayor y se rompen las vestiduras, no están entendiendo el juego.

Lecciones para los que promueven a la selección, si ponen posters con un jugador local, que juegue el jugador local, eso es matemáticas para parvulitos. A los jugadores, si no quieren que los abucheen, pónganle ganitas al menos, aunque no haya buen futbol. A los comentaristas, si, la tribuna puede analizar mejor que ustedes y seguramente les dolió el abucheo porque se los ganaron. Y a la raza que va a los partidos, manifiéstense que si los oyen.

Ojalá que la selección juegue un buen partido en San Antonio y si no lo hacen que la misma gente se los recrimine como lo hicieron en Torreón.

¡Animo!