He visto cortos, videos en TikTok y análisis en cadenas nacionales, en las que los comentaristas deportivos demeritan el clásico regio. Que si está sobrevalorado, que si la gente de fuera de Monterrey no lo ve, que si es un clásico local, entre mucha verborrea que tienen con la intención de jalar personas del único lugar donde no los ven, que es precisamente Monterrey.
En Monterrey sabemos que el clásico regio es local y no creo que haya una pretensión porque este clásico se convierta en algo nacional, en verdad no. Para el clásico regio no se necesitan grandes declaraciones ni un aparato de mercadotecnia para intentar levantar la audiencia televisiva; lo ven las personas que lo quieren ver y ya. Solo pónganse a pensar todo el rollo de publicidad que hay antes del mal llamado clásico nacional entre América y Chivas y compárelo contra todo lo que hay entre Rayados y Tigres y verá que para los de Monterrey se hace más con mucho, mucho, mucho menos.
Yo he estado en la Ciudad de México en fechas de todos los clásicos inventados de los que juegan contra el América y no hay el mismo colorido y pasión que hay en Monterrey. No se acerca ni al 5% de lo que pasa en una gran metrópoli como es la gran zona metropolitana de la Ciudad de Monterrey.
Es lógico que no se tenga el mismo colorido en la CDMX porque hay muchísimas personas y muchos no son aficionados al futbol y a otros no les importa lo que pase o jueguen.
En Monterrey, el clásico se convierte en un ritual. El viernes en las oficinas, en las fabricas y en las calles los aficionados empiezan a pintar el clásico con el jersey de su equipo favorito. En la televisión local solo se habla del juego. Muchos colegios permiten que sus alumnos porten los colores de su equipo y la maquina se empieza a calentar.
Llega el sábado y el día se mueve en torno al clásico. Todo lo que se ve y se habla tiene que ver con el juego. Complicado para las personas que deciden casarse, tener su quince años o cualquier festejo porque seguramente un buen porcentaje de las personas llegará tarde o ahora con los teléfonos estarán viendo constantemente las pantallas.
El clásico es mayor a una manifestación política, es una ciudad que se pone en pausa durante 2 horas mientras el juego sucede. El clásico se tiene que ver por televisión cuando no se tiene boleto y el ambiente del estadio es una locura. Las caravanas antes de llegar, todo el sentimiento antes entrar, una locura.
Los periodistas chilangos que no lo entienden, es simplemente porque no lo han vivido. Transmitir ese nivel de pasión tan localizada en una ciudad de 5 millones de personas creo que es algo que ellos mismos no se pueden explicar porque lo ven a la distancia, como ven los clásicos fuera de Monterrey.
Es valido decir que el clásico regio es un clásico local, sin duda. ¿Lo entenderán los comentaristas chilangos? No lo creo, para entenderlo tienes que vivirlo. Pienso que hay cierta envidia pues un Rayados-Tigres mueve una gran cantidad de corazones aunque sea solamente en una parte del país. El clásico nacional es como una vela que ilumina un cuarto que es interesante en muchos lados tanto que no importa que en Monterrey sea un partido más. El Clásico Regio es como la flama de un aparato para soldar, pequeña pero poderosa y concentrada. Con la luz de la vela te puedes quemar, pero con la flama de un soldador definitivamente te derrites.
Súmele que ahora el clásico lo jugara la figura más trascendente del futbol mexicano, Sergio Ramos, este clásico tal vez no se vea tanto en México, pero seguramente se verá en todo el mundo.
¡Ánimo!
















