Los Ángeles 2028 no es un destino lejano: es el gran objetivo que debe guiar cada pedalazo del ciclismo mexicano. Para la Unión Ciclista de México (UCMEX), la Conade y el Comité Olímpico Mexicano (COM), los próximos tres años serán decisivos. Pero antes de pensar en los Juegos Olímpicos, hay que mirar el camino completo: los Juegos Olímpicos de la Juventud, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Panamericanos y, por supuesto, los campeonatos continentales y del mundo de 2026 y 2027.

Cada uno de estos eventos representa una estación clave en la ruta hacia LA 2028. No se trata solo de acumular resultados, sino de construir un programa de desarrollo sólido, con objetivos claros, procesos de selección transparentes y un calendario de fogueo internacional que permita a nuestros ciclistas competir y ganar en el más alto nivel.

Los Olímpicos de la Juventud: la primera gran experiencia

¿Por qué son tan importantes los Juegos Olímpicos de la Juventud? Porque son la primera gran vitrina internacional para nuestros talentos juveniles. Una oportunidad única para sentir lo que es competir con los mejores del mundo, convivir con atletas de todos los continentes y representar al país en un entorno olímpico.

Aunque el programa del ciclismo solo incluye contrarreloj y gran fondo en ruta, la experiencia que ahí se adquiere vale oro. Es el punto de partida para quienes sueñan con dar el salto a las categorías élite y, eventualmente, a los Juegos Olímpicos.

Panamericanos y Centroamericanos: medallas, becas y fogueo real

En los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, México tiene terreno fértil. Ahí es donde nuestros ciclistas pueden cosechar medallas, obtener becas deportivas y consolidar su desarrollo competitivo. Además, son competencias donde se disputan todas las modalidades olímpicas del ciclismo: pista, ruta, montaña y BMX.

Participar con equipos completos y bien preparados no solo es cuestión de orgullo nacional, sino de estrategia: cada resultado en estas justas es un paso hacia las plazas olímpicas y, sobre todo, una inversión directa en el futuro del ciclismo mexicano.

Un proyecto de nación sobre ruedas

Si algo ha demostrado el reciente éxito de figuras como Isaac del Toro o Yareli Acevedo es que México tiene talento para brillar en el ciclismo mundial. Lo que falta es un programa integral que articule detección, desarrollo y competencia.

Los Ángeles 2028 debe ser más que un objetivo en el calendario: debe convertirse en un proyecto nacional del ciclismo mexicano, donde federación, entrenadores, instituciones y atletas pedaleen en la misma dirección.

El reloj olímpico ya empezó a correr. Y si queremos escuchar el himno mexicano en Los Ángeles, es momento de empezar a construir hoy, con visión, trabajo y unión.