André Pierre-Gignac sigue mostrando su cariño por México y por Nuevo León, desde su arribo a Tigres el delantero francés quedó enamorado del país y en repetidas ocasiones lo ha dicho en entrevistas.
Incluso por el puro amor al país se naturalizó mexicano además de que dos de sus hijos nacieron en tierras aztecas por lo que en algún momento declaró que no tiene en planes regresar a vivir a Francia después de que se retire.
“No pienso volver a vivir en Francia, a pesar de la calidad de vida y los lugares increíbles que ofrece” dijo el delantero francés en el documental ‘Tigre, la historia perfecta de VIX’, y una reciente acción demuestra que le hizo honor a su palabra.
Gignac hizo honor a su palabra y se compró tremendo rancho en Nuevo León
Gignac fue tema de conversación recientemente en redes sociales ya que el fin de semana recibió la visita de un periodista del medio galo Téléfoot, quien viajó hasta Nuevo León para realizarle una entrevista.
El delantero compartió en sus historias de Instagram algunos vídeos de la entrevista en donde se pudieron apreciar detalles de su lujoso rancho en Nuevo León mismo del cual ya había hablado en el documental antes mencionado.
“Aquí pude comprar mi casa y tener mi rancho, como todo regio sueña. Pasar los fines de semana con una buena carnita asada y en compañía de la familia, amigos y cercanos” declaró Gignac sobre su estilo de vida en Nuevo León.
Estos son los lujos del rancho de Gignac en Nuevo León
Gignac abrió la puerta de su rancho, lugar al que acude en días que no hay partidos o durante las vacaciones que pasa en el mismo Nuevo León, el terreno del cuál se desconoce sus dimensiones cuenta con varios lujos.
Entre las amenidades que se pudieron apreciar en los vídeos destaca una gran alberca con camastros y una megapantalla con la que pueda disfrutar del contenido que quiera. También se puede apreciar un espacio que sirve como fogata.
El espacio está equipado con una cocina y habitaciones para pasar la noche, terraza con luces, una zona acuática con dos toboganes grandes y no podía faltar una gran cancha de futbol con gradas, para “echar la reta”.
















