El ciclismo mexicano vive un momento que, aunque incipiente, empieza a sentirse histórico. La contratación del joven Said Cisneros por el Soudal Quick-Step, uno de los equipos más prestigiosos del pelotón internacional, no es un hecho aislado: es un síntoma de que algo está cambiando. Inspirado por el fenómeno Isaac del Toro, pero avanzando con su propio talento, Said se ganó su lugar tras una brillante actuación en el Campeonato del Mundo de Ruta Junior en Ruanda, donde demostró que puede competir con los mejores del planeta.

“Estoy demasiado contento, muy emocionado, sobre todo porque será mi primer año Sub-23 y podré estar presente en las mejores carreras de esta categoría como el Giro Next y el Tour del Avenir”, declaró el joven originario de Aguascalientes, que hoy sigue despejando dudas sobre su enorme potencial.

Said es parte de una generación que ha encontrado un trampolín en el proyecto AR Monex, un programa impulsado por empresarios mexicanos, con sede en San Marino, que ha demostrado ser una plataforma real para el desarrollo de nuevos talentos. ¿Es el llamado efecto Del Toro? ¿Es el trabajo silencioso y constante de AR Monex? Tal vez sea un poco de ambos, pero lo que parece más claro es que el talento de Said Cisneros es el factor decisivo. Su contrato no es un regalo ni una moda: es el resultado de su capacidad, disciplina y visión.

México ha tenido grandes figuras en la ruta: desde Zapopan Romero, Rodolfo Vitela o Agustín Alcántara, ciclistas de enorme fortaleza que brillaron a pesar de las limitaciones de su época. Ninguno de ellos recibió las oportunidades que hoy tocan la puerta de Said. Ahí radica la importancia de este momento: por primera vez, el talento mexicano está empezando a encontrar un camino natural hacia el ciclismo profesional europeo.

Ojalá este no sea un destello aislado, ni una generación de solo dos nombres. Que el ascenso de Said represente el despertar definitivo del ciclismo mexicano, ese que por tradición, historia y pasión merece mucho más espacio en la élite del deporte mundial.

Porque si Said lo logró, ¿quién puede asegurar que no vienen más detrás dispuestos a cambiarlo todo?