Un caballero en toda la extensión de la palabra. Así se consagra el danés Jonas Vingegaard, vencedor absoluto de la clasificación general en La Vuelta a España 2025. Durante 21 días defendió su jerarquía con serenidad y temple, frente a un João Almeida que mostró nobleza, fortaleza y una tenacidad admirable, haciendo de esta edición un duelo memorable.
La dureza del recorrido fue digna de una gran vuelta: 44 puertos de montaña y 10 llegadas en alto, un escenario que convirtió cada etapa en un desafío épico. El liderato cambió varias veces de dueño, hasta que Vingegaard recuperó la maglia roja para no volver a soltarla, con la frialdad y clase que lo distinguen.
No faltaron los obstáculos: caídas, protestas, cambios de meta, calor sofocante y jornadas pasadas por lluvia. Todo dentro de un ritmo vertiginoso que puso a prueba tanto a los ciclistas como a la organización, que resistió con profesionalismo y firmeza para llevar la carrera, hasta Madrid.
Los velocistas gozaron en los embalajes, aunque sufrieron como nunca en la montaña. Mads Pedersen llegyvestido de verde como rey de la regularidad. La clasificación de la montaña fue para el australiano Jay Vine (UAE Team Emirates), mientras que el mejor joven sub-23, portador de la maglia blanca, fue Matthew Riccitelo. En el apartado colectivo, el UAE Team Emirates se proclamó mejor equipo, confirmando la riqueza y profundidad de su plantilla.
La Vuelta 2025 será recordada como una edición vibrante, exigente y emocionante, en la que la caballerosidad de Vingegaard y la nobleza de Almeida engrandecieron al ciclismo. Madrid fue testigo del triunfo del danés, pero también del espíritu de una competencia que se niega a rendirse frente a la adversidad. Aunque no se haya podido concluir la última etapa por las protestas propalestinas —que tienen derecho a manifestarse—, los ciclistas también merecían el derecho de concluir su batalla deportiva sin bloqueos.
La Vuelta 2025 se marcha con un rey danés, un retador portugués y un pelotón que demostró que el ciclismo sigue siendo, ante todo, una epopeya de esfuerzo y dignidad.