Los criteriums son carreras de ciclismo en circuitos urbanos cerrados, cortos, explosivos y altamente técnicos. En Estados Unidos, esta modalidad se ha consolidado como una de las más espectaculares del calendario, gracias a su intensidad, la cercanía con el público y el riesgo constante que enfrentan los ciclistas vuelta tras vuelta.

Con trazados que van de los 800 a los 2,000 metros, curvas cerradas y sprints intermedios, los criteriums exigen una combinación única de velocidad, resistencia, estrategia y habilidad técnica. No es casualidad que selecciones nacionales como las de Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos los utilicen como parte de su preparación para las pruebas de pista: aquí se forjan reflejos rápidos, lectura de carrera y control total sobre la bicicleta.

La escena americana está repleta de acción, con criteriums de un solo día, seriales nacionales y tours por etapas que ofrecen grandes premios económicos y convocan a ciclistas de talla internacional. Incluso corredores europeos cruzan el Atlántico en busca de fogueo de calidad. Sin embargo, esta espectacularidad tiene un costo: las caídas son comunes, a veces aparatosas, y pueden dejar desde raspones hasta quemaduras y fracturas.

Un ejemplo reciente es el equipo Twenty28 Pro Cycling, una escuadra femenina que ha brillado con fuerza en el circuito profesional de criterium. Integrado por la cubana Marlies Mejías, la estadounidense Rylee McMullen y la mexicana Sofía Arreola, entre otras, el equipo ha dominado buena parte del Tour of America’s Dairyland en Wisconsin, ganando seis de las ocho primeras etapas.

Sin embargo, el riesgo siempre está presente. En la octava jornada, a falta de vuelta y media, una caída múltiple dejó a Mejías y McMullen fuera del podio. A pesar de las quemaduras en la piel y el impacto de la caída, el equipo se reportó listo para afrontar las tres etapas restantes. La determinación y el profesionalismo que demuestran resume perfectamente lo que representa esta disciplina.

El criterium estadounidense no solo es un formato de carrera: es una cultura ciclista vibrante, urbana y apasionada. Las calles se llenan de aficionados, la música acompaña la competencia y cada curva es una prueba de valentía. En Estados Unidos, el crit es ciclismo puro, con el peligro a flor de piel y la gloria a solo un giro de distancia.