La tercera etapa de la Vuelta a España 2025 nos regaló un cierre vibrante, donde el francés David Gaudu levantó los brazos en un sprint inesperado que dejó sin palabras a muchos, incluido él mismo. “No creí que fuera a ganar hoy”, confesó, todavía incrédulo tras imponerse al favorito del día, el danés Mads Pedersen. En tercer lugar cruzó la meta Jonas Vingegaard, quien, con la sangre fría que lo caracteriza, defendió con éxito el maillot rojo.
El recorrido, más corto y menos accidentado que el de ayer, parecía ideal para que el Visma|Lease a Bike se relajara y entregara el liderato, como suele hacerse en jornadas de transición. Sin embargo, la actitud del equipo y de su líder fue otra: Vingegaard no vino a prestar la roja, sino a consolidarla. El danés, además, alcanzó valiosos segundos de bonificación que mantienen su ventaja simbólica sobre Gaudu, quien ahora comparte el mismo tiempo en la clasificación general.
La estrategia del Visma fue quirúrgica: controlar la fuga, mantener un tren constante y asegurar que su líder no perdiera un centímetro en el enredado cierre. El resultado: un tercer lugar que sabe más a victoria, porque en la Vuelta cada segundo cuenta y cada día de rojo fortalece la moral del equipo.
Detrás del podio, las señales son claras. Egan Bernal terminó octavo con el mismo tiempo, demostrando que está en forma y que su lucha por volver a lo más alto de una gran vuelta es real. El colombiano espera la alta montaña, donde siempre ha sabido moverse con maestría. La general se aprieta y se perfila un duelo entre Vingegaard, Gaudu, Ciccone y Bernal que promete emociones hasta Madrid.
La clasificación general tras la etapa tres confirma el equilibrio de fuerzas:
1. Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike)
2. David Gaudu (Groupama-FDJ) m.t.
3. Giulio Ciccone (Lidl-Trek) a 0’08”
4. Egan Bernal (Ineos Grenadiers) a 0’14”
5. Tom Pidcock (Q36.5) a 0’16”
Mañana llega un nuevo examen, con una etapa de 206,7 kilómetros entre Susa y Vipron, con 2919 metros de desnivel positivo y tres premios de montaña que pondrán a prueba la resistencia de los favoritos. Una media montaña que podría convertirse en terreno de sorpresas y, quizá, en el primer asalto serio para los cazadores de clasificaciones secundarias.
Por ahora, el mensaje es claro: Vingegaard no presta la roja, Gaudu se ilusiona, Pedersen se resigna y Bernal acecha. La Vuelta apenas comienza y ya nos recuerda que aquí nada está escrito hasta que la montaña hable.