En un escenario digno de postal, entre los jardines de Schloss Hellbrunn y la cima del Gaisberg, el mexicano Isaac del Toro volvió a levantar los brazos en señal de victoria en la tercera etapa del Tour de Austria 2025. Con 142.9 kilómetros de recorrido y un final explosivo en alto, el joven ensenadense dio una nueva muestra de carácter, inteligencia táctica y determinación, consolidándose como una de las grandes revelaciones del ciclismo internacional.

Desde el banderazo de salida en Salzburgo, el UAE Team Emirates XRG asumió el control del pelotón con maestría. El ritmo fue sostenido, el trabajo de equipo impecable y la estrategia perfectamente sincronizada. El equipo sabía que el Gaisberg, con sus rampas finales y su historia, podía ser el terreno ideal para volver a lanzar a Del Toro hacia la gloria.

A falta de dos kilómetros para la meta, el estadounidense August Andrews (INEOS Grenadiers) se lanzó al ataque, en un intento valiente por anticiparse al sprint final. Durante varios metros pareció tener opciones, pero fue entonces cuando apareció la figura serena y calculadora del polaco Rafał Majka, compañero de Isaac, quien sin desesperarse comenzó a cerrar la brecha. El reloj corría, la pendiente se endurecía, y el aire se hacía más escaso.

Y entonces, en los últimos 200 metros, llegó el momento del mexicano.

Isaac del Toro, con el temple de los grandes y la fuerza que nace del hambre por trascender, lanzó su ataque definitivo. Rebasó a Andrews con decisión, sin mirar atrás, y cruzó la meta con una mezcla de euforia y calma, como si llevara años ganando en las montañas europeas. Su gesto, al llegar, lo dijo todo: lo suyo no es casualidad. Es trabajo. Es talento. Es pasión.

Con esta victoria, Del Toro asciende al segundo lugar de la clasificación general, quedando a solo tres segundos del líder y también compañero de equipo, el austriaco Felix Großschartner, quien fue tercero en la etapa a siete segundos del mexicano. Un podio cargado de emoción para el UAE Team Emirates XRG, que domina con autoridad la carrera.

Pero lo mejor aún está por venir.

Mañana se disputa la etapa reina del Tour de Austria, con dos puertos fuera de categoría y un ascenso final a Kühtai, una cima de primera categoría con más de 3,500 metros de desnivel acumulado. Será una jornada decisiva, exigente, donde la montaña volverá a dictar sentencia.

Y ahí estará Isaac del Toro, con el corazón de Ensenada en el pecho y la mirada fija en lo más alto.