Isaac del Toro Romero no tiene comparación. El joven prodigio del ciclismo mexicano ha decidido cumplirle a su afición, regresar a su tierra y brindarles el espectáculo que muchos soñaban: verlo pedalear en casa, en los caminos donde comenzó a forjar su leyenda.
El escenario no podía ser mejor: el Valle de Guadalupe, tierra de los mejores vinos y de paisajes majestuosos, será la sede del Campeonato Nacional 2025, organizado por UCMEX, con el respaldo de los gobiernos estatal y municipal de Baja California y Ensenada. Allí, entre viñedos y montañas, Isaac volverá a competir frente a su gente.
Volver al lugar donde todo comenzó debe ser una sensación que lo recarga de energía. Encontrarse con su familia, con sus amigos y con una multitud de aficionados que seguramente buscarán vuelos de última hora al enterarse de su participación, será una fiesta inolvidable.
Así me lo comentó mi amigo Héctor López, expresidente de la Asociación de Ciclismo de Baja California, quien no oculta la emoción de ver al “Torito” nuevamente en su tierra.
Después de una temporada extraordinaria, en la que Joxean Matxín Fernández, su director deportivo en el UAE Team Emirates, pronosticó diez triunfos para el “Torito” mexicano, Isaac superó con creces las expectativas, alcanzando más del 60% de victorias. Y lo que viene promete aún más: una temporada todavía más exigente, con la posibilidad —y el sueño de todos— de verlo debutar en el Tour de Francia.
En redes sociales ya circulan imágenes que aseguran que Isaac salió hoy mismo a rodar en su bicicleta de contrarreloj por los terrenos donde se disputará la prueba del jueves. No sorprende: su disciplina y pasión lo definen, y seguramente querrá lucirse en casa, con su gente, con la bandera mexicana ondeando a su paso.
El ciclismo nacional le debe mucho a Isaac del Toro. No solo por sus triunfos en Europa, sino porque ha devuelto la esperanza y el entusiasmo a todo un país. Su presencia en México no es solo simbólica: es una inyección de energía para organizadores, patrocinadores y jóvenes ciclistas que encuentran en él un ejemplo de que sí se puede, de que el talento mexicano tiene nivel mundial.
Gracias, Isaac, por hacer este esfuerzo y por cargar sobre tus hombros el ciclismo de toda una nación. Porque más allá de los resultados, tu sola presencia en la línea de salida en el Valle de Guadalupe ya es una victoria para México, una muestra de compromiso con tu gente y con el deporte que te ha llevado a la cima.
Hoy, el ciclismo mexicano vuelve a ilusionarse, porque su ídolo está en casa.
