El ciclismo mexicano vuelve a escribir una página gloriosa gracias al talento, la constancia y el corazón de Isaac del Toro, quien este sábado se impuso con maestría en la temida etapa reina del Tour de Austria, con final en el pintoresco y exigente Kühtai, tras 142.9 kilómetros de puro desafío alpino y 3,500 metros de desnivel positivo.
En un escenario que ha visto pasar grandes nombres del ciclismo mundial, Del Toro no solo ganó la etapa, también se enfundó el maillot de líder general, elevando así el nombre de México en lo más alto del ciclismo internacional. Lo hizo con madurez táctica, fuerza en las piernas y, sobre todo, con una entereza que emociona hasta al más escéptico.
A siete kilómetros de la cima final, solo once ciclistas resistían el paso infernal impuesto por el UAE Team Emirates XRG. El mexicano, acompañado por el incondicional Rafal Majka, tejía una estrategia silenciosa, dejando que el polaco desatara el ritmo que terminaría por desgastar a todos los rivales, entre ellos el experimentado colombiano Esteban Chaves.
A falta de cuatro kilómetros, la selección natural de la montaña redujo la fuga a cinco hombres. Los del UAE, firmes, marcaban el paso. No había espacio para errores ni para heroicidades ajenas. El ataque final estaba reservado para quien de verdad pudiera responder a la brutalidad de la altitud y el desnivel: Isaac del Toro.
Y así, a 2.6 kilómetros de meta, cayó el último gran rival. Chaves no soportó más. El camino quedó despejado. El joven ciclista nacido en Ensenada se levantó una vez más sobre los pedales y voló hacia la gloria. Es su tercera victoria consecutiva en este Tour de Austria, pero esta tiene un sabor especial: fue en la etapa más dura, la más simbólica, la que separa a los buenos de los grandes.
Isaac del Toro no es ya una promesa. Es una realidad. Un orgullo nacional, un ciclista forjado en el carácter, que sigue abriendo puertas para México en un deporte donde durante décadas fuimos espectadores lejanos. Hoy, gracias a él, el tricolor ondea en las alturas alpinas, y lo hace con autoridad.
Mañana se disputa la última jornada entre Feldkirch y Feldkirch, con 144.1 kilómetros y otros 3,338 metros de desnivel positivo. El liderato de Del Toro luce sólido y merecido. Pase lo que pase, el ciclismo mexicano ya ha ganado. Porque este Tour de Austria quedará en la memoria como el momento en que un joven bajacaliforniano nos hizo creer —otra vez— que todo es posible sobre una bicicleta.