Tras la caída sufrida en la primera etapa de la Vuelta a Burgos, muchos pensaron que la lucha por la clasificación general se le había escapado al mexicano Isaac del Toro. Pero el joven talento del UAE Team Emirates volvió a demostrar por qué es considerado una de las grandes promesas del ciclismo mundial: recortó tiempo, subió al podio provisional de la general y se perfila como contendiente al título.
En una jornada de 185 kilómetros entre el Origen del Castellano y Balpuesta, el ensenadense firmó una actuación estratégica y valiente. Llegó en cuarto lugar en la etapa, que fue ganada por el francés Léo Bisiaux, seguido por los italianos Giulio Ciccone y Giulio Pelizzari. Pero más allá del resultado parcial, lo verdaderamente importante fue la forma en la que Del Toro se vació en los últimos 20 kilómetros, trabajando sin reservas para reducir la diferencia y colocarse tercero en la clasificación general, a tan solo 26 segundos del maillot morado que ahora viste Bisiaux.
Del Toro no solo recuperó terreno, también envió un mensaje claro: está listo para pelear hasta el final. Con dos etapas por disputarse, incluida la decisiva llegada en alto del sábado 9 de agosto, el mexicano se encuentra en una posición inmejorable para asaltar la general.
Su actuación en esta tercera etapa es un reflejo de no rendirse nunca ante la adversidad, mostró también capacidad de sufrimiento y lectura de carrera. Recuperarse de una caída no solo implica sanar el cuerpo, sino también mantener el enfoque mental y estratégico. Isaac lo está haciendo con inteligencia y carácter.
La Vuelta a Burgos se pone al rojo vivo, y ahí, en medio de favoritos consolidados y jóvenes ambiciosos, Isaac del Toro sigue escribiendo su propia historia. Una historia que, por ahora, tiene tintes de remontada.