Miles de personas han llegado a la Casa Rosada para dar el último adiós, a ese ídolo que hace 34 años levantaba la Copa del Mundo en México, Diego Armando Maradona, tus seguidores han permanecido horas en esa fila que pareciera interminable, por pasar a verte, por gritarte ¡olé, olé, olé, Diego, Diego!

Las rivalidades se esfumaron, pues se lamenta la perdida del ídolo argentino, del ícono del fútbol, de aquel futbolista que se convirtió en un grande y hoy queda en la historia como una leyenda.

El River Plate, el Boca Juniors, todos los hinchas lloran tu partida, hoy los gritos no son para los Clubes, los cantos no emergen de la rivalidad, hoy le cantan a ese hombre que le llamaban D10S.

Hay un sinfín de sentimientos de todos aquellos que entran a la sede Presidencial de Argentina.

No obstante, cabe resaltar que dentro de la Casa Rosada se podría decir que existe un distanciamiento debido a las medidas que se deben tomar por coronavirus, sin embargo, no se han tomado las medidas necesarias para prevenir contagios en medio de un lamentable suceso que reúne a miles de personas.

A los argentinos se les ha olvidado que se pasa por una situación de riesgo y hoy se llora a Diego, pero se olvidan del estado.