Llegó la Jornada 17 y La Máquina de Cruz Azul depende de sí misma para conseguir su boleto a la Liguilla del torneo mexicano, pues tan solo tiene que derrotar a los Tiburones Rojos de Veracruz en la cancha del Estadio Azul.
Si bien parece que el escenario es favorable para que los celestes regresen a una Liguilla después de seis torneos de no hacerlo, no necesariamente significa que lo lograrán, sobretodo tratándose de Cruz Azul.
Y es que en los últimos torneos, Cruz Azul ya ha tenido dos oportunidades de calificar a la Liguilla dependiendo de sí mismos y en condición de local, sin embargo, lo único que han conseguido es el fracaso.
Cruz Azul, entonces dirigido por Luis Fernando Tena, llegaba con la misión de ganar ante unos Leones Negros que se encontraban peleando por el descenso. Al final, fueron los hombres de Alfonso Sosa los que se llevaron el partido 0-2 en la cancha del Azul.
Un año después del fracaso ante Leones Negros, Cruz Azul, entonces dirigido por Tomás Boy, llegaba a la última jornada en la misma situación: ganar, sin depender de nadie para acceder a la Liguilla.
El equipo rival eran los Tigres dirigidos por Ricardo Ferretti, equipo que venía de ser campeón ante Pumas y que también buscaba su boleto a la fiesta grande, por lo que era una final adelantada, el que ganara entraba a la Liguilla.
Pero Cruz Azul es Cruz Azul y no sólo perdieron, sino que fueron humillados en casa por el equipo universitario.
La Máquina se vuelve a poner en la misma posición, llega a la última jornada dependiendo de sí mismo para calificar a la Liguilla. De nueva cuenta tiene la oportunidad de jugar en casa, aunque esta vez ante un equipo que en el papel luce más débil, como lo es Veracruz.
Sin embargo, repetimos: Cruz Azul es Cruz Azul y todo puede pasar para que se vuelvan a convertir en la burla del futbol mexicano.