Peter Norman, el otro héroe del ‘Black Power’ en México 68

por Orlando
(FILES) This file photo taken on October 16, 1968 shows US athletes Tommie Smith (C) and John Carlos (R) raising their gloved fists in the Black Power salute to express their opposition to racism in the US during the their national anthem, after receiving their medals for first and third place along with second-placed Peter Norman (L) of Australia, in the men's 200m event at the Mexico Olympic Games. - Australia will erect a statue of a homegrown sprinter who backed two US athletes in their famed Black Power salute at the 1968 Olympics, with authorities describing the honour as
Foto: AFP

Justo se cumplen 50 años de uno de los episodios más emblemáticos en la historia del olimpismo y del deporte en general: el saludo del Poder Negro (Black Power) que llevaron a cabo los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos tras ganar la carrera de 200 metros en los Juegos Olímpicos de México 1968. 

Pero Smith y Carlos no estuvieron solos en su lucha social, pues estuvieron acompañados de Peter Norman, atleta australiano que también fue parte del histórico evento y que desgraciadamente no recibió reconocimiento alguno hasta después de su trágica muerte en 2006. 

Los favoritos para llevarse la prueba eran Smith y Carlos; mientras el primero hizo válido el pronóstico, el segundo quedó superado por Norman, quien causó conmoción no solo por quedarse con el segundo puesto sino también por apoyar el valiente gesto de los atletas afroamericanos. 

Smith y Carlos ya tenían contemplado hacer la protesta con el puño levantado; sin embargo, Carlos olvidó su par de guantes. Fue ahí cuando Norman les sugirió que dividieran el otro par y fue así como en la histórica foto cada atleta aparece con un solo guante. Además, Norman también portó orgullosamente un parche con el lema Olympic Project for Humans Rights (Proyecto Olímpico de los Derechos Humanos). 

“Digan al mundo blanco que ya estamos cansados de ser vistos y tratados como animales. Estamos cansados de ser caballos de exhibición. Como hemos ganado, dirán que han triunfado unos norteamericanos, si hubiésemos hecho algo malo, dirían que lo hizo un negro”, dijeron los estadounidenses ante los medios de comunicación tras ganar las medallas. 

Las consecuencias fueron graves para los tres protagonistas: Smith y Carlos fueron expulsados por el Comité Olímpico de su país, mientras que a su regreso a Estados Unidos fueron tratados como delincuentes y tuvieron problemas para encontrar trabajo. Ambos tuvieron un paso fugaz por la NFL (con los Bengalíes de Cincinnati y con las Águilas de Filadelfia respectivamente), pero jamas recuperaron su carrera deportiva. 

Mientras que Norman, quien batió el récord de Australia en 200 metros que aún permanece vigente, también sufrió graves consecuencias: en primer lugar, cuatro años más tarde no fue convocado para los Juegos Olímpicos de Múnich a pesar de lograr la marcas necesarias, por lo que decidió abandonar su carrera deportiva. 

Después tuvo una lesión en la pierna que casi le provoca una amputación. Deprimido y sin ningún tipo de estabilidad, Norman cayó en depresión y se refugió en el alcoholismo. Murió de un ataque al corazón en el 2006 a los 64 años y entonces Carlos y Smith le rindieron homenaje llevando su féretro en hombros. 

Medio siglo después y 12 años de su muerte, Norman al fin recibirá un homenaje en su país. El Comité Olímpico Australiano le concedió este año la orden de mérito por su contribución al mundo del deporte; asimismo, se anunció que se erigirá una estatua de bronce en honor a Norman y será colocada en el Estadio Lakeside de Melbourne, su ciudad natal. 

Con información de Univisión y La Vanguardia.