La atleta nació en Estados Unidos, pero representa a Hungría, hizo una de las rutinas más simples de la historia

Pyeongang, Corea del Sur.- Elizabeth Swaney nació y fue criada en los Estados Unidos como cualquier otro gringo que votó por Donald Trump o come en McDonald’s, sin embargo, sus abuelos europeos le dieron la entrada a otros juegos olímpicos de invierno a pesar de ser una amateur.

La competidora se presentó este lunes en la prueba de Ski Halfpipe en la que los concursantes hacen trucos en un medio tubo inclinado. Llegó en último lugar en ambas rondas 13.6 puntos atrás del penúltimo lugar quien se cayó en sus dos turnos. Swaney no intentó ningún truco y sólo realizó los descensos.

La graduada de Harvard empezó en el ski profesional a los 25 años y había ya competido en unos juegos invernales por Venezuela antes de cambiarse a la nacionalidad europea en 2016 con miras a esta participación en Corea del Sur, para la que además realizó una campaña de fondeo colectivo.

Para poder competir en la máxima justa hay que terminar en el Top 30 de las copas del mundo y el mejor record de Swaney fue en Secret Garden de China donde terminó 13 de 15 posiciones, sin embargo nunca quedó más allá del 30 … porque no había ni 30 participantes. “El campo no es tan profundo en el medio tubo de mujeres y ella acudió a cada copa del mundo donde sólo compiten 24, 25 o 28 mujeres”, dijo el juez Steele Spence al Denver Post.

Dados los resultados surgen los cuestionamientos sobre la validez de los clasificatorios y sobre la relativa sencillez con la que una mujer no experta puede colarse a un evento de alto nivel en el que hay otras 23 deportistas.