México.- Aunque para algunos sea deporte atacar al Cruz Azul por la mala suerte exhibida en los últimos veinte años, La Máquina se pudo convertir en el equipo más grande del futbol mexicano si hubiera ganado las finales disputadas tras el campeonato del Invierno 97.

Los celestes tuvieron un debut de ensueño en el añejo torneo continental. Además de vencer a escuadras como Cerro Porteño, River Plate y Rosario Central, puso contra las cuerdas en la Final al poderoso Boca Juniors de Carlos Bianchi.

Para colmo de males, el Azul dejó ir ese triunfo en los malditos tiros de penalti. Sin embargo, su juego atrevido enamoró a toda América y esa escuadra aun hace suspirar a los que tienen la buena costumbre de rememorar, de vez en cuando, las páginas doradas de este deporte.

Sin duda alguna, si los cementeros hubieran traído a casa la Libertadores, no habría logro que se equiparara en el futbol mexicano, pues todos sabemos que un cetro de esa índole vale mucho más que los -devaluados- títulos en Liga MX.

Antes de la época oscura y de mediocridad que ahora vive Cruz Azul, llegaron a la última instancia en el Invierno 1999, Clausura 2008, Apertura 2008, Apertura 2009 y Clausura 2013.

En lo que respecta al último certamen del Siglo XX, La Máquina fue derrotada de manera agónica con un gol en tiempos extras de Alejandro Glaría cuando todo parecía indicar que alzarían la novena copa. Para el Clausura 2008, Cruz Azul terminó cayendo por 3-2 global ante Santos, es decir, estuvo a nada de lograr el campeonato pero la cofradía de Vuoso y compañía salió avante.

Un semestre después de caer con los Laguneros, el club de La Noria arribó a la Final contra Toluca. Sin embargo, de nueva cuenta los penales hicieron lo suyo y, tras un fallo de Alex Vela, el Diablo se convirtió en monarca.

La historia se repitió en el Apertura 2009, ya que los celestes cayeron por 6-4 ante los Rayados de Suazo y De Nigris. Quizá la Final donde más superados se vieron, pero igual tuvieron chances de ganarla. No obstante, el punto cumbre de la malaria llegaría el 26 de mayo de 2013, cuando dejaron ir un triunfo cantado ante el América, que vio en Moisés Muñoz, su portero, a su mejor hombre pues marcó el gol que obligó a la prórroga. De ahí el término ‘Cruzazulear’.

Como vemos, La Máquina tendría, si hubiera ganado estas finales, trece títulos de Liga y uno de Libertadores, lo cual les haría ser la institución más ganadora del balompié azteca, pero, para infortunio de la fiel hinchada cementera, los “hubiera” siguen siendo utopías solamente alcanzables en sueños.