Momentos de caos e incertidumbre se vivieron en el Estadio Benito Villamarín, casa del Real Betis, cuando decenas de aficionados invadieron el campo de juego mientras los jugadores del equipo entrenaban, entre ellos los mexicanos Diego Lainez y Andrés Guardado. 

Ya en la parte final de la práctica de este martes, la cual fue a puertas abiertas, decenas de aficionados decidieron saltar al campo de juego del inmueble para intentar tener contacto con sus ídolos, quienes de inmediato fueron resguardados por elementos de seguridad y conducidos de los vestidores. 

Entre los jugadores más agobiados estuvieron el argentino Giovani Lo Celso y el mexicano Diego Lainez, al ser dos jóvenes promesas del cuadro andaluz. 

El cuadro dirigido por Quique Setién se encontraba entrenando de cara el duelo de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Valencia, equipo ante el que disputarán un boleto a la gran final que se llevará a cabo en este mismo inmueble.