Emmanuel Macron celebró a lo grande desde el primer gol anotado por los galos en la Final de Rusia 2018.

México.- Vaya que el futbol es la única religión del mundo que no tiene ateos, como aseveró el fallecido escritor Eduardo Galeano, pues hasta los propios jefes de estado, son presas de la pasión balompédica cuando su país está jugándose algo importante.

Tal es el caso del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien festejo desaforadamente el primer gol de los suyos en la Final de la Copa del Mundo Rusia 2018,  esto sin importar que Kolinda Grabar, presidenta de Croacia, rival deportivo en turno, se encontrara en el mismo palco, además, también estaban presentes el mandamás de la FIFA, Gianni Infantino, y Vladimir Putin, mandatario del país anfitrión.

Sin embargo, una vez que terminó el vital compromiso, donde Francia ganó su segundo título mundial, Macron y Grabar se fundieron en un cálido abrazo, gesto que demostró que la rivalidad entre las naciones sólo fue en la cancha, incluso, durante la ceremonia de premiación, ambos políticos se tomaron de la mano.