El peleador irlandés reventó contra el staff de la UFC este jueves luego de su conferencia de prensa

Connor McGregor es un hombre que está loco. Desde que comenzó su carrera como peleador se le notaba una sed implacable de llegar más arriba. El problema es que ha encontrado un tope y ahora esa locura que lo catapultó a la cima… lo está haciendo actuar como un simio.

El día de hoy, jueves, el peleador irlandés se presentó como vándalo, junto a una docena de personas, en las instalaciones del estacionamiento del Barclays Center de Brooklyn, donde se llevó a cabo la conferencia de prensa de UFC 223.

La policía de Nueva York ya emitió una orden de arresto contra el europeo, por lo que no puede salir del estado. La propia policía dice que será cuestión de tiempo para que McGregor se entregue.

Micheal Chiesa, otro peleador del UFC 223, resultó cortado por el “diablito” que arrojó McGregor al autobús. Por si fuera poco, un empleado de la UFC de seguridad tiene un nudillo roto.

En esta jornada de las artes marciales mixtas el ruso Khabib Nurmagomedov, archirrival de McGregor peleará contra Max Holloway por el cinturón que la UFC le quitó al irlandés luego de no defenderlo por más de dos años.

En el deporte es frecuente calentar al rival y en los de puños, no se diga. La pelea estaba planeada para que fuera Tony Ferguson quien se midiera al ruso, pero se lesionó. Ante esa cancelación el público y el propio Khadid esperaban a McGregor como su reemplazo.

Sin embargo, Connor está muy caro para manejar en poco tiempo y no fue programado. Khadid declaró: “Necesitaba a Conor, él es campeón. Pero una decepción porque cuando la UFC lo llamó, dijo que ‘no estaba preparado para la pelea”.

Por su parte Dana White, presidente de la UFC, se manifestó en contra de los acontecimientos y dijo que ve muy difícil un nuevo nexo con McGregor luego de su conducta del jueves.