Luego de una gran exhibición de los lanzadores de los Dodgers en el primer juego y tras el despertar ofensivo de los Padres en el segundo, las novenas de Los Ángeles y San Diego le dieron la despedida a Monterrey con un apretado pero gran partido en el Palacio Sultán. 

El abridor de los Dodgers, Ross Stripling, tuvo una buena actuación en las primeras cuatro entradas, permitiendo cuatro hits, recetando cinco chocolates y otorgando dos boletos a primera. 

Ya para el quinto episodio, Dave Roberts, manager del equipo angelino, decidió relevar a Stripling con Tony Cingrani, que sufrió la mala fortuna de encontrarse con Eric Hosmer, quien conectó un cuadrangular que inauguró la pizarra 2-0. Hosmer conectó su cuarto jonrón de la temporada y el segundo en la serie tras el que pegó el sábado en la victoria de su equipo. 

El pitcher abridor de los Padres, Eric Lauer, tuvo una gran participación en seis entradas al no recibir carrera, cediéndole la lomita a Craig Stammen y a Kirby Yates, quienes hicieron un buen trabajo para mantener el cero en la séptima y octava entrada, respectivamente. 

Los Padres dieron otro golpe en la séptima entrada con un sencillo productor de Franchy Cordeo que acarreó la carrera de Travis Jankowski para poner el marcador 3-0. 

Brad Hand, cerrador de los Padres, subió a la lomita en el inicio de la novena entrada para finiquitar la blanqueada para los de San Diego, equipo que finalmente se llevó la serie en el espectacular regreso de las Grandes Ligas a territorio mexicano. 

En cuanto la actividad de los mexicanos para este partido, el jardinero de los Dodgers, Alex Verdugo, se fue de cuatro nada, aunque en general tuvo una buena serie con un par de imparables y un atrapadón en el segundo juego.

Mientras que el novato sensación de los Padres, Christian Villanueva, se volvió a ir con las manos vacías, como en toda la serie, aunque eso no evitó que el público le recibiera y lo despidiera con aplausos. 

De esta manera, concluye una serie histórica en Monterrey, ciudad que recibió el regreso de las Grandes Ligas a territorio mexicano por primera vez en 19 años. Esperemos que no pase mucho tiempo para que el mejor beisbol del mundo regrese a México con más partidos y a más ciudades.